Por: Arq. Alexander Lobo
En estos momentos, en que, ya no es una moda el tema de la conservación ambiental, sale a la luz pública este portal web, con el claro propósito de sumar un granito más al empeño de muchos que diariamente laboran en pro de un mismo objetivo: La preservación del ambiente.
Tiempos lejanos aquellos en que tratar el tema era cosa de: come flores. Hoy el deterioro ambiental es fácilmente palpable: el calentamiento global ya no es simplemente una frase desligada de nuestro diario vivir; es plenamente patente en cualquier lugar del planeta, ya no es necesario graficarlo con imágenes de un lejano e irreal oso polar pendiendo de un ínfimo trozo de hielo que navega a la deriva en un inmenso océano ártico, desligado de nuestra realidad. En aquellos años 80 alertábamos sobre lo que en un lapso no mayor de 15 años sucedería sino se tomaban medidas necesarias de protección ambiental. Eso que parecía una lejana e incierta realidad futura ahora es, lamentablemente, nuestro presente.
En nuestros Andes merideños es fácil, muy fácil, ver esa realidad cada amanecer al divisar la silueta de las altas cumbres en la nítida atmósfera del día que comienza. Tal y como lo hiciera por los años 30 del pasado siglo el insigne personaje de fina pluma, Don Tulio Febres Cordero. El denunciaba con preocupación en el periódico “El Lápiz”, que los glaciares de los picos El Toro y El León, se reducían alarmantemente, y que pronto, solo serian un lindo recuerdo. Pues ese velo blanco que distinguía a la renombrada ciudad de las cinco águilas blancas, es ahora simplemente eso, un recuerdo. Más aun que, los glaciares de la Columna, hoy Pico Bolívar, son simples parches que en temporada de verano se ven gravemente reducidos, a simples capas de sutil nieve, que en cuestión de horas después de la nevada, se evaporan. Lo que uno podría definir como un glaciar, básicamente queda en el Pico Humboldt, que protegido tal vez, del calor citadino, sobrevive aún, como recuerdo de aquellas renombradas, nieves eternas.
Pero más allá de la preocupación por una simple “capa de nieve”; el problema generado por el abuso humano y sus ahora palpables resultados, son el punto de partida para seguir alertas, atentos y prestos ante la realidad. Por eso nace TIERRA DE CHESES, buscando convertirse en un punto de referencia en torno al tema ambiental de una región de importancia en los Andes de Venezuela. Va este portal dedicado a sumar cada día más esfuerzos, más granitos de arena, más ideas, más ganas y RESULTADOS. Les invitamos a UNIRSE, haciendo de esto, no un “esfuerzo”, sino una forma de vida que, nos permita garantizar la supervivencia de todos los seres que (incluyéndonos), poblamos esta preciosa gema aún azul, y que, llamémosla como queramos es nuestra única casa.
El equipo de TIERRA DE CHESES, da comienzo a este nuevo camino, invitándoles a recorrerlo juntos, para que los esfuerzos tengan una dirección y puedan así, ser tangibles rápidamente.
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Un oso polar se aferra a la vida |
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Don Tulio Febres Cordero |
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Glaciar del Pico Humboldt |
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Glaciar del Pico Bolívar |